El Estadio Monumental de Colo-Colo está próximo a experimentar una transformación que busca posicionarlo como uno de los recintos deportivos más modernos de Sudamérica. Bajo la dirección de Harold Mayne-Nicholls, se evalúan aspectos estructurales y funcionales para garantizar un estadio con estándares FIFA, mayor capacidad y opciones multifuncionales.
Entre las proyecciones iniciales, destaca la posibilidad de aumentar el aforo hasta 70.000 personas, optimizando la estructura actual sin necesidad de derribos significativos. Según Mayne-Nicholls, “el crecimiento del estadio es más simple que en otros, ya que está bajo el nivel de la calle y tiene bases sólidas para construir hasta un tercer piso”.
Otro foco importante es la calidad visual para los espectadores. Se trabaja en ajustes de isóptica y nivelación del campo para asegurar una óptima visibilidad desde cualquier ubicación. Además, una empresa inglesa está evaluando el impacto de techos y estructuras adicionales en la luz natural que recibe la cancha, lo que podría influir en el diseño final.
El proyecto también considera ampliar el uso del recinto más allá del fútbol. Se planea incluir espacios como jardines infantiles, restaurantes, museos, y áreas culturales abiertas al público de lunes a sábado. Además, el estadio se diseñará con criterios de sustentabilidad, como sistemas de agua reciclable y tecnología eficiente en recursos naturales.
Finalmente, Mayne-Nicholls apunta a un estadio sin rejas ni barreras, alineado con la normativa de seguridad chilena. El objetivo es crear un espacio que, además de ser el orgullo de Colo Colo, sea un referente para el país. «Queremos que el Monumental sea mucho más que fútbol, un lugar para la comunidad y digno de los 100 años de historia del club», concluyó.
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