El Peluca Falcón dio una larga entrevista a la radio Sport890 de Uruguay. Contó varias cosas, entre ellas las diferencias que percibe entre el jugador formado en Chile y el futbolista charrúa. “A mí me costó mucho acá. Nosotros somos diferentes. La salida de cadena para ellos es putearte o enfrentarte con un rival, con los árbitros”, aseguró el defensor.
“La mística del fútbol que tenemos nosotros. Me costó mucho acostumbrarme al fútbol chileno, somos totalmente diferentes. Nosotros queremos ganar como sea siempre, lo vemos como una maña, ser caudillo y ellos los ven mal, como ser agresivo y demás. Cada fútbol es diferente”, agregó Falcón.
“Acá los jugadores son muy buenos técnicamente, pero me tuve que acoplar un poco a eso. Había jugadas que a veces no entendía por qué la amarilla o la roja. Si no me acoplaba iba a pasar expulsado. Me ayudó a madurar en ciertas situaciones del partido lo emocional”, manifestó el Peluca.
“Como jugador me hizo muy bien la continuidad de partidos, llevo 160 partidos en cuatro años. Un promedio de 40 partidos por año, una locura. Eso que dijiste lo he conversado con varios compañeros. Por ahí la gente dice que Uruguay es chico, que las canchas, esto y lo otro. A los que no son uruguayos les cuesta demasiado”, dijo Maximiliano Falcón
Marcelo Allende lo llamó a Torque y le costó muchísimo el tema del roce”, apuntó el Peluca.
“No es fácil jugar en Uruguay, me lo han dicho muchos argentinos, que les ha costado acá. Tienen un poco subestimado a Chile y cuando van allá la realidad es otra. Uruguay tiene mejor nivel de jugadores, hay mucha más competencia. El jugador chileno tiene muy buenas condiciones, es muy bueno técnicamente, pero le falta creérsela un poco más”, dijo el formado en Nacional.
“A veces acá unos compañeros me dicen que soy re rústico. Y yo les digo que ‘juego fútbol porque mentalmente te como. Si me concentro, te voy a comer’. Y ellos se ríen, yo no quiero perder ni a las cartas. Creo que esa es la diferencia de los uruguayos”, expuso sobre su mentalidad.
“Hay muchas cosas que uno va mamando desde chico, jugar en canchas de tierra, competir desde los cinco años. Y si perdemos, vamos llorando a casa. Ahí empieza todo”, sentenció Maxi Falcón.