Ricardo Dabrowski revela la anécdota que pudo cambiar el destino del mejor jugador de América en el año 2006.
“En el 2004 necesitábamos armar un plantel porque teníamos ocho jugadores profesionales. Nos enfocamos mucho sobre los juveniles que tenía Colo Colo. Por casualidad, vi un grupo de jugadores que estaban entrenando separado y que iban a quedar libres. Me dijeron que ya habían cumplido una etapa en el club, que ya no habían logrado destacar. Se mantenían entrenando y en cualquier momento se les daba el pase para que se fueran”, recuerda el técnico argentino.
Entre esos jugadores estaba Matías Fernández. “A mí me llamó la atención un chico. Me comentaron que jugó un partido con Atlas, que no tuvo un buen nivel y lo sacaron a los 20 minutos. Eso a él le afectó mucho, según me dijeron, y nunca pudo superarlo. Una de las razones eran esas”, recuerda Ricardo Dabrowski.
“Pedí que lo llamaran. Me lo presentan y me dicen que es Matías Fernández. Le dije ‘mirá, me llamaste la atención. Quiero conocerte más. Entrena una semana con nosotros, en el primer equipo’. Y esa primera semana me pareció fantástico. No podía creer que lo tuviesen descartado. Se incorporó muy bien y fubolísticamente fue mostrando muchas capacidades”, agrega el ex técnico del Cacique.
En la primera fecha del Torneo Nacional, Matías Fernández logró sumar minutos. Ingresó en el 1-0 sobre Universidad de Chile, con un gol de Miguel Riffo. “Entró en el segundo tiempo. Se le vio bien, tranquilo”, dice el campeón de américa en 1991.
En la siguiente fecha llegó la gran oportunidad para Matigol. Mauricio Donoso se lesionó: “Llegó esa oportunidad para Matías. Lo llamé, medio en broma, medio en serio, y le dije que Mauro no podía jugar mañana. Le pregunté si se animaba a jugar. Me dijo que sí, que estaba para jugar. Después de ese partido no lo pude sacar más”, cierra Dabroswski.