Colo-Colo se coronó como campeón del Torneo Nacional, trayendo alegría a miles de colocolinos, lamentablemente esa alegría se ve empañada por un cobarde asesinato en Valparaíso.
Cuando uno acompaña a su equipo o sale a celebrarlo siempre piensa en el regreso a casa, sin embargo, cada vez se hace más grande la posibilidad de no hacerlo.
Duele pensar en esto, duele de verdad y mucho, pues ser hincha de un equipo no es un delito pero tampoco puede ser algo que te ponga en la mira de quien no le gustan tus colores.
Hoy nuevamente toca decir ¡BASTA!, hoy nuevamente porque ya tocó hacerlo hace unas semanas atrás por el hincha de O’Higgins. Esto no debió ocurrir, pero ocurrió y hoy solo nos queda, con mucho dolor, exigir justicia por Esteban y Carlos.
Justicia para que los responsables paguen penalmente, pero también al mismo tiempo para que esto no vuelva a ocurrir, para erradicar de la sociedad a todos aquellos que creen que porque uno se viste de distinto color es su enemigo, para volver a ir a los estadios, salir con la camiseta de tu equipo sin temor a ser atacado, para que las familias puedan decir siempre: ¡hijo/padre/amor volviste!