Suazo, Gabriel, Capitán: de las tres formas de llamarte decido quedarme con la tercera porque tienes esa denominación bien ganada, no solo por lo mostrado en cancha sino también por lo que haces fuera de ella. Por tu sabiduría pese a la juventud, por tu entrega como lo pide la insignia del Indio en el pecho.
Algunos pueden decir que a punta de necesidad te viste obligado a la jineta, pues creo que por sobre eso, siempre la buscaste, incluso aunque ni tú lo supieras, lo buscaste cuando las cosas no salían pero seguías intentando, cuando todo parecía guiarte a no continuar pero tomaste el camino de la porfía, que linda porfía que hoy demuestra que valió la pena.
Capitán, vaya el abrazo más grande del mundo para ti y tu familia, un abrazo de campeones, pues lo merecen con creces. Por largo tiempo en los últimos años los hinchas creíamos que la jineta la debía portar algún refuerzo extranjero con experiencia previa en varios clubes, que lindo es que un canterano, un formado en las canchas de Macul haya tomado la posta y con tal calidad.
Capitán querido, el futuro es tuyo, nuestro fanatismo por el albo nos lleva a decir que no queremos que te vayas nunca, pero al mismo tiempo creemos con fuerza que tus ganas de partir a explorar nuevos rumbos es otro paso en tu escala de crecimiento, de esas ganas de comerte el mundo, y con total confianza, tal como diste vuelta la tortilla en Colo-Colo podrás llegar a donde quieras y lograr lo que te propongas, con la alegría característica y siempre con los valores de un capitán albo en la memoria.
Gracias por tu empuje y coraje, Gabriel Suazo.
Gracias por tu empuje y coraje, Capitán.